¿Sirven las mujeres para las Ciencias?
Tomado de: http://periodico.uci.cu/2016/03/02/%C2%BFsirven-las-mujeres-para-las-ciencias/?ctg=4
Organizado por la cátedra de cultura científica Rosa Elena Simeón y el Centro de Estudio de Matemática Computacional de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), la Dra.Lilliam Álvarez Díaz, de la Academia de Ciencias de Cuba, dialogó con profesores y especialistas de la UCI sobre el papel de la mujer en las ciencias.
Muy cerca de conmemorar el Día Internacional de la Mujer, la Cátedra de Cultura Científica “Rosa Elena Simeón” de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), en conjunto con el Vicedecanato de Extensión de la Facultad 6, realizaron este 2 de marzo un encuentro que contó con la presencia de la Dra. en Física-Matemática y secretaria académica de la Academia de Ciencias de Cuba, Lilliam Álvarez Díaz para dialogar sobre el tema “¿Sirven las mujeres para las Ciencias? ¿Qué dicen la Historia y las Estadísticas?”.
En su conferencia, desarrollada en la sala de eventos del Docente 4, la Dra. Álvarez Díaz realizó un recuento de la discriminación que existía hacia el sexo femenino desde la antigüedad y cómo las mujeres no fueron admitidas en las universidades hasta la segunda mitad del siglo XIX, asimismo hizo mención de destacadas féminas que realizaron ciencia en el mundo.
De igual modo recordó a Clara Zetkin, que fue quien propuso el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, en homenaje a la muerte de 146 obreras, en un incendio de la fábrica textil Triangle Shirtwais, en New York, después de reclamar en las calles sus derechos de mejoras salariales y al voto, así como la reducción de la jornada y condiciones laborales dignas.
En un ameno diálogo caracterizó al género femenino y masculino, y presentó un breve análisis de la segregación horizontal de los mismos en las ciencias exactas y las sociales, así como la representación gráfica comparativa de la cantidad de mujeres y hombres de Cuba y la Unión Europea que realizan estudios universitarios y llegan a obtener estudios doctorales y categorizaciones docentes e investigativas.
Recordó además la figura de la doctora Rosa Elena Simeón Negrín, ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente desde que se creó esta institución en 1994, hasta el momento de su deceso el 22 de octubre del 2004 y agregó que el 66,6% de la fuerza técnica femenina en Cuba tiene acceso a puestos de toma de decisiones y que solo el 24,6% llegan a realizar el doctorado, también habló sobre la transmisión en la actualidad del patriarcado y los estereotipos androcéntricos, y recomendó la lectura de su libro, publicado en el 2013, “Ser mujer científica o morir en el intento” donde proporciona algunos consejos para poder lograr esta meta.
Al finalizar el encuentro los participantes realizaron un pequeño intercambio con la prestigiosa científica mostrando experiencias personales y estudios de investigación de maestrías realizados por algunos de ellos sobre el tema.
Sin duda alguna, la mujer ha tenido una buena participación en el desarrollo de la ciencia a lo largo de la historia, lo que ha requerido de ahínco y tenacidad para dedicar tiempo a sus investigaciones sin abandonar sus otras funciones con la familia y los hijos.
Organizado por la cátedra de cultura científica Rosa Elena Simeón y el Centro de Estudio de Matemática Computacional de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), la Dra.Lilliam Álvarez Díaz, de la Academia de Ciencias de Cuba, dialogó con profesores y especialistas de la UCI sobre el papel de la mujer en las ciencias.
Muy cerca de conmemorar el Día Internacional de la Mujer, la Cátedra de Cultura Científica “Rosa Elena Simeón” de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI), en conjunto con el Vicedecanato de Extensión de la Facultad 6, realizaron este 2 de marzo un encuentro que contó con la presencia de la Dra. en Física-Matemática y secretaria académica de la Academia de Ciencias de Cuba, Lilliam Álvarez Díaz para dialogar sobre el tema “¿Sirven las mujeres para las Ciencias? ¿Qué dicen la Historia y las Estadísticas?”.
En su conferencia, desarrollada en la sala de eventos del Docente 4, la Dra. Álvarez Díaz realizó un recuento de la discriminación que existía hacia el sexo femenino desde la antigüedad y cómo las mujeres no fueron admitidas en las universidades hasta la segunda mitad del siglo XIX, asimismo hizo mención de destacadas féminas que realizaron ciencia en el mundo.
De igual modo recordó a Clara Zetkin, que fue quien propuso el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, en homenaje a la muerte de 146 obreras, en un incendio de la fábrica textil Triangle Shirtwais, en New York, después de reclamar en las calles sus derechos de mejoras salariales y al voto, así como la reducción de la jornada y condiciones laborales dignas.
En un ameno diálogo caracterizó al género femenino y masculino, y presentó un breve análisis de la segregación horizontal de los mismos en las ciencias exactas y las sociales, así como la representación gráfica comparativa de la cantidad de mujeres y hombres de Cuba y la Unión Europea que realizan estudios universitarios y llegan a obtener estudios doctorales y categorizaciones docentes e investigativas.
Recordó además la figura de la doctora Rosa Elena Simeón Negrín, ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente desde que se creó esta institución en 1994, hasta el momento de su deceso el 22 de octubre del 2004 y agregó que el 66,6% de la fuerza técnica femenina en Cuba tiene acceso a puestos de toma de decisiones y que solo el 24,6% llegan a realizar el doctorado, también habló sobre la transmisión en la actualidad del patriarcado y los estereotipos androcéntricos, y recomendó la lectura de su libro, publicado en el 2013, “Ser mujer científica o morir en el intento” donde proporciona algunos consejos para poder lograr esta meta.
Al finalizar el encuentro los participantes realizaron un pequeño intercambio con la prestigiosa científica mostrando experiencias personales y estudios de investigación de maestrías realizados por algunos de ellos sobre el tema.
Sin duda alguna, la mujer ha tenido una buena participación en el desarrollo de la ciencia a lo largo de la historia, lo que ha requerido de ahínco y tenacidad para dedicar tiempo a sus investigaciones sin abandonar sus otras funciones con la familia y los hijos.
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